Biomagnetismo

El biomagnetismo es una técnica que consiste en la aplicación de imanes de cargas positivas y negativas sobre el cuerpo con el fin de nivelar el pH (el pH es el potencial de Hidrógeno o grado de acidez o alcalinidad que contiene el agua de nuestro cuerpo) para que el organismo humano se recupere, consiguiendo así el equilibrio en todos los órganos, ya que cada uno tiene un pH diferente. Funciona muy bien cuando se padece alguna patología. En Daniela Simó Terapeuta realizamos sesiones de biomagnetismo como terapia natural que ayuda a curar y aliviar diferentes malestares. Estas sesiones consisten en la aplicación de imanes sobre el cuerpo para alinear los polos magnéticos en particular, con el objetivo de equilibrar las energías del cuerpo.
Biomagnetismo

Beneficios de la terapia con imanes

  • Dolores musculares
  • Hongos y bacterias
  • Mejora síntomas víricos.
  • Infecciones
  • Mejora el sistema inmunitario

Los imanes se colocan sobre distintas partes del cuerpo, especialmente cerca de los puntos dolorosos o de la zona en la que hay que trabajar. Los imanes se encuentran disponibles en tamaños diferentes para poder adaptarlos a las necesidades individuales. Estos, generalmente, se colocan en una configuración específica para obtener los mejores resultados. En el siglo XVIII el médico Franz Anton Mesmer propuso la teoría de que todos los seres vivos estaban constituidos por un fluido magnético, lo que permitía que fuesen influenciados por campos magnéticos.

Algo más tarde, en el 1958, el doctor Nakawaka acuñó la expresión “Síndrome de deficiencia del campo magnético” para definir la dolencia de aquellos pacientes que presentaban síntomas. El doctor aseguraba que tales síntomas se debían al desequilibrio de los campos magnéticos de los pacientes y de hecho obtenía muy buenos resultados cuando les sometía a tratamiento con imanes.

PH

En un tejido sano el pH es generalmente neutro y está en torno al 7.3; cuando sube o baja de esta medida se mueve hacia la acidez o alcalinidad y este medio es propicio para que vivan y se desarrollan las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos que tienden a actuar contrariamente a la salud y por ello son responsables de algunas dolencias o patologías, como pueden ser las infecciones vaginales, los hongos, etc.